Agricultura sustentable. Es clave saber valorizar la parte ambiental de una cosecha
Así se refirió Carlos Senigagliesi –técnico del INTA–, quien disertará sobre la importancia de ir hacia una agricultura cada vez más sustentable. “Hay entre 70 y 100 dólares por hectárea de pérdida porque se extraen nutrientes que no se reponen”, indicó.
El martes 21 de septiembre se realizará –con entrada libre y gratuita– la Jornada Regional “Hacia una agricultura ambientalmente sustentable”, en el predio de la Sociedad Rural de Pergamino –Ruta 8 Km. 220–; en la que debatirá sobre los actuales sistemas de producción en la región.
El técnico d el INTA Carlos Senigagliesi disertará sobre “Logros, acciones en marcha y desafíos para una agricultura sustentable”.
“La sustentabilidad tiene varias aristas: una es la parte ambiental pero hay otra que es muy importante: la económica. No importa sólo la rentabilidad de la cosecha sino que también deben medirse los costos asociados a la parte ambiental que pueden parecer intangibles y difíciles de medir pero que hay que tenerlos muy en cuenta. Es clave saber valorizar la parte ambiental de una cosecha”, explicó Senigagliesi.
En esta línea, el técnico abundó en detalles sobre la sustentabilidad agropecuaria en la Argentina y los principales problemas que los productores deben abordar para lograr una cosecha cada vez más eficiente.
¿Cuál es el panorama que se observa hoy sobre la agricultura sustentable en el territorio nacional?
El INTA y otras instituciones, desde hace más de 20 años avanzaron en tecnologías que han hecho posible mantener a la agricultura conservando mejor los recursos naturales. En este sentido, está la labranza conservacionista, la siembra directa, el uso de fertilizantes y la buena rotación de cultivos que son todos aspectos del paquete tecnológico que contribuyeron positivamente.
¿Los productores adoptan esquemas de rotación?
Poco a poco el productor hace un esfuerzo. Por ejemplo, este año habrá más maíz que en cosechas anteriores. Ya hubo más trigo sembrado con respecto a 2009 y se prevé un incremento del área del sorgo. No obstante, aún no estamos en el nivel óptimo ya que hay actualmente 18 millones de hectáreas de soja frente a 4,5 millones de trigo y 3 millones de maíz. Y si bien hay desproporciones, creemos que poco a poco tendirá a equilibrarse.
Estamos, entonces, en una situación ideal.
Y… siempre hay un pero que no nos deposita en el nivel óptimo. Un tema muy importante es la falta de utilización completa de las tecnologías existentes. Por ejemplo, la siembra directa es un hecho muy positivo que se aplica en el 80% o 90% de la superficie cultivada, lo cual está muy bien. Pero, en las rotaciones de cultivo hay una falla, porque hay una gran predominancia de la soja que ya es prácticamente un monocultivo y eso atenta a la sustentabilidad en el largo plazo. Para evitar esto sería conveniente una rotación con gramíneas, maíz o trigo que le traería equilibrio y carbono al suelo.
¿Cuál es, en este contexto, el uso de los nutrientes?
Desde el punto de vista de los nutrientes hay que decir que estamos muy bien ya que se está fertilizando más que hace 20 años. Pero no alcanza, ya que los nutrientes que se extraen con las cosechas, los granos y el ganado no es repuesto en la medida de lo que se usa –entre un 30% o 40%–.
¿Cómo se calcula la pérdida de nutrientes del suelo?
Cuando se hace el cálculo de la cosecha, el grano tiene una cierta concentración de nutrientes. Es decir, junto con la cosecha se pierden cinco toneladas de granos y una gran cantidad de fósforo, nitrógeno y demás. Y la cuenta que se hace es a partir de cuánto se repone. Y el déficit se calcula según los pesos que salen los kilos de fertilizantes y de esa diferencia se arma el saldo de las pérdidas.
Y en números concretos, ¿cuál es la merma?
En general hay entre 70 y 100 dólares por hectárea de pérdida porque se extraen nutrientes que no se reponen.
¿El productor es consciente de esta problemática?
Sí. Pero a veces hay factores económicos que generalmente hacen que no pueda aplicar una mayor sustentabilidad. Hay muchos contratistas, arrendatarios y eso atenta ya que no le da seguridad a quien lleva adelante la cosecha. Para todas estas tecnologías se necesita tiempo para aplicarlas en el largo plazo. Y como no hay seguridad, ya que muchas veces no son los dueños de las tierras, restringen el paquete tecnológico necesario y no lo aplican en su totalidad. De esta forma buscan sacarle el máximo rinde a esa cosecha de ese año.
¿Cómo trabaja el INTA el concepto de paquete tecnológico teniendo en cuenta las distintas regiones del país?
Hay un paquete tecnológico básico que tiene una gran adaptación. Obviamente, las particularidades de cada zona hacen que hayan ajustes. Hay cultivos que se adaptan mejor a una zona que a otra. Por ejemplo, la cebada es más del Sudeste o Sudoeste de Buenos Aires que de la parte Norte. En el caso de los fertilizantes, hay suelos que requieren mucho fósforo en la parte Sur y centro de la región pampeana, pero si te vas al Norte de esa zona, se requiere menos fósforo. Esto hace que haya un paquete general con sus adecuaciones locales.
¿Cómo se abordará en estas jornadas el tema de la contaminación que podrían dejar los fertilizantes?
Se van a dar algunas disertaciones sobre las posibles fugas o pérdidas de los fertilizantes que pueden ir poco a poco bajando en el suelo y llegar hasta las napas de agua, como en el caso del nitrógeno. De todos modos, no es un problema grave. Es posible que en el otoño de la región pampeana, después de la cosecha de la soja –que suele coincidir con la época de lluvias– quede algo de nitrógeno libre o en el suelo que puede producirse por la mineralización de los residuos de la soja– que penetre en el suelo, vaya en profundidad y llegue a las napas.
¿Y cómo puede prevenirse?
Hay recursos para poder mitigar esto: hacer crecer un cultivo de trigo o de cobertura en lugar de dejar el suelo en barbecho. De esta manera, ese cultivo extraerá el nitrógeno y hará que no llegue a las napas y que quede en superficie. Otro tema muy preocupante son los plaguicidas y para esto tenemos evaluaciones que se van a presentar en la jornada de Pergamino con datos de algunos pesticidas que también pueden contaminar el ambiente. De todos modos, no hay que asustar con estos temas sino, por el contario, dar las medidas preventivas para un uso racional y no utilizar siempre los mismos herbicidas y hacerlo con dosis adecuadas.
Fuente. INTA INFORMA 603 15/09/10
Fecha de publicación: 16/09/2010
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